A Hagrid
Llevo días queriendo escribir esta historia, pero entre exámenes y seminarios no había tenido tiempo. Además, por alguna razón, no había podido organizar mis ideas de una manera lo suficientemente coherente como para contar algo que no necesariamente fue un suceso, sino más bien un sentimiento.
En el campamento hay un muchacho con el que entablé amistad porque sentía curiosidad por la situación política de Puerto Rico. Un día a la hora del almuerzo, nos sentamos a hablar de las semejanzas entre Galicia y Puerto Rico y llegamos al tema del Gasoducto. "No permitan que lo construyan, aquí en Galicia unos pocos intentamos resistir, pero no pudimos y ahora estamos cruzados de lado a lado por tubos de gas. Han acabado con todo, con nuestra ganadería y nuestros ríos.."
En otra ocasión, el próximo alcalde de Compostela anunció el posible desalojo de la acampada. Mi amigo incrédulo, me dijo: "Desde que está el campamento, no he usado cocaína y hasta he disminuído las dósis de metadona. Esto me ha dado algo para vivir. Si esto se acaba, no sé qué hacer." Mi única reacción fue abrazarlo.
¿Qué se le puede decir a alguien así cuando todavía una no supera aquel día que nos tumbaron casi forzosamente nuestro campamento en Humanidades?
Llevo días queriendo escribir esta historia, pero entre exámenes y seminarios no había tenido tiempo. Además, por alguna razón, no había podido organizar mis ideas de una manera lo suficientemente coherente como para contar algo que no necesariamente fue un suceso, sino más bien un sentimiento.
En el campamento hay un muchacho con el que entablé amistad porque sentía curiosidad por la situación política de Puerto Rico. Un día a la hora del almuerzo, nos sentamos a hablar de las semejanzas entre Galicia y Puerto Rico y llegamos al tema del Gasoducto. "No permitan que lo construyan, aquí en Galicia unos pocos intentamos resistir, pero no pudimos y ahora estamos cruzados de lado a lado por tubos de gas. Han acabado con todo, con nuestra ganadería y nuestros ríos.."
En otra ocasión, el próximo alcalde de Compostela anunció el posible desalojo de la acampada. Mi amigo incrédulo, me dijo: "Desde que está el campamento, no he usado cocaína y hasta he disminuído las dósis de metadona. Esto me ha dado algo para vivir. Si esto se acaba, no sé qué hacer." Mi única reacción fue abrazarlo.
¿Qué se le puede decir a alguien así cuando todavía una no supera aquel día que nos tumbaron casi forzosamente nuestro campamento en Humanidades?